El Hospital público Infanta Cristina incorpora la prueba de ergoespirometría a su cartera de servicios

Se aplicará fundamentalmente a pacientes procedentes de la consulta de Insuficiencia Cardiaca, de los que se requiere conocer con precisión y objetividad su capacidad funcional por si fueran candidatos a terapias más avanzadas como el trasplante cardiaco. También se aplicará a pacientes de las consultas de Cardiología general con valvulopatías avanzadas que presenten síntomas dudosos. El resultado de la prueba ayudará a tomar la decisión de intervención valvular. 

La ergoespirometría evalúa objetivamente la capacidad funcional (lo que tiene implicaciones pronósticas), analiza los mecanismos que la limitan y valora la respuesta al tratamiento. Aunque sus resultados son reproducibles, su realización es muy compleja y requiere un elevado grado de entrenamiento y experiencia para interpretarla.

Aplicaciones

La prueba de la ergoespirometría ayuda a aclarar si la disnea, uno de los motivos más frecuentes de derivación a las consultas de Cardiología, se debe a un problema cardiológico, respiratorio o periférico. También es una prueba plenamente validada en los pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida, en los que se considera una prueba clave en el estudio de su capacidad de ejercicio. La medición del consumo de oxígeno (VO2) máximo y, especialmente, el porcentaje previsto, ajustado por la edad, el sexo y el peso, es el gold estándar para evaluar objetivamente las limitaciones funcionales de estos pacientes.

Con respecto a la ergometría convencional, la Ergoespirometría permite hacer una estratificación pronóstica y tomar decisiones respecto al trasplante cardiaco. Igualmente, es una herramienta muy útil en el diagnóstico de la hipertensión arterial pulmonar.
La mayoría de las Unidades de Rehabilitación Cardiaca utilizan la Ergoespirometría para la prescripción del ejercicio, ya que permite pautarlo según una valoración multiorgánica. 

En los pacientes valvulares permite optimizar el momento de la cirugía ya que analiza si los síntomas son debidos o no a la valvulopatía. En pacientes con miocardiopatía hipertrófica, proporciona información objetiva de la gravedad de la limitación funcional y sus mecanismos. Puede ser de ayuda para diferenciar la miocardiopatía hipertrófica de la hipertrofia ventricular fisiológica observada en deportistas y puede aportar claves diagnósticas, como la reducción desproporcionada del consumo máximo de oxígeno y el bajo umbral anaeróbico, en pacientes con trastornos metabólicos.

Es también útil, por último, en el estudio del dolor torácico, en paciente con anomalías coronarias con posible indicación de cirugía.