Parece hasta ridículo ver desde el relativo margen de la neimplicación como año tras año, a la vez con las conmemoraciones solemnes del terrible suceso del 11 de marzo de 2004 aparecen, de repente, las sombras del peón negro y las fantasmas de las conspiraciones que ponen en duda todo.
Sin embargo, no pensaba que los conspiradores de las teorías de la conspiración llegarían a poner en duda todo, solo para poder permitir a algunos puedan dormir mejor por la noche. Se llego a publicar entorno a la conmemoración de los 5 anos del atentado que de hecho el proceso judicial mas importante de los últimos años con miles de personas implicadas que fue una farsa montada por el partido socialista, que no solo amaño todo pero además de cometer los atentados, metió en la cárcel a un autor material inocente (Jamal Zougam) que además es inocente porque los testigos que dicen que le vieron en los trenes fueron sobornados con indemnizaciones. En una cierta parte de la prensa nacional se llego a comentar que ninguna de las dos mujeres rumanas testigos estuvieron en vagones que explotaron. Lo más doloroso es que en este caso no se hacen afirmaciones sino solo se dejan caer hipótesis que solo discreditan las teorías verificadas ya por la justicia. De hecho, una de las dos mujeres rumanas contaba en el juicio como su amiga murió y se salvó por eso. Nadie tiene la verdad absoluta y en el juicio del 11M faltaron acusados en el banquillo, pero desde la situación de no estar contento con un veredicto judicial hasta poner en duda lo indudable es una autentica desvergüenza. Más aun si los artículos difamatorios salen en periódicos españoles de gran tirada nacional.
Las exageraciones de los llamados expertos de la conspiración no hacen ningún servicio a nadie y en la actualidad reconfirman la falta de obediencia social que muestran siempre los delincuentes que no tienen más remedio que cuestionar a los mismísimos tribunales.
También es una imagen pésima ver como algún que otro partido político abusa de su popularidad para usurpar la confianza en la democracia.
En esta guerra mediática por la mejor versión del 11M parece que la verdad no interesa a nadie más que las victimas y las versiones conspirativas llegan a ser tan exageradas solo para llamar la atención y además se descalifican por si mismas. Después de 5 años seguimos cada uno con su particular 11m, las victimas con sus lágrimas desconsoladas y los políticos con sus peleas por la versión más increíble.